Esta entrada está dedicada
a mis compañer@s y amig@s de la AMC Pedro Lavirgen, y sobretodo a vuestra sana
curiosidad por la música y su historia, espero que la disfrutéis
1.- Ficha técnica de la
película
Éste es el link para ver la película:
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Año
de realización: 1994 (ojo que algún@ de vosotr@s ni había nacido)
·
Duración:
110 minutos
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País:
Bélgica
·
Director:
Gèrad Corbiau
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Guión:
Andrée Corbiau y Gèrad Corbiau
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Fotografía:
Walter Van Ende
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Productora:
Coproducción Bélgica- Francia- Alemania, Stephan Films, K2 Productions, RLT
TVI, Italian International Films, Nordreim Westfalem.
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Premios:
o
1994:
Nominada al Oscar. Mejor película de habla no Inglesa
o
1994:
Globo de Oro: mejor película en el extranjero
o
1994:
2 Premios César: mejor montaje, mejor sonido (3 nominaciones)
o
1994:
Premio David di Donatello. Mejor vestuario (2 nominaciones)
2.- ¿Quiénes son los
actores/actrices?
·
Carlo Broschi (Farinelli): Stefano Dionisi
·
Riccardo Broschi: Enrico Lo Verso
·
Alejandra: Elsa Zylbertein
·
Haendel: Jeroen Krabbeé
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Margareth: Caroline Cellier
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Benedict: Renaud du Deloux de Saint Roman
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Niccola Porpora: Omero Antonutti
·
Coustess Mauer: Marianne Basler
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Broschi (padre): Pier Paollo Caponni
·
Príncipe de Gales: Graham Valentine
·
Felipe V: Jacques Boudet
2. – La música en la película
En primer lugar es necesario aclarar que lo que se
escucha en la película no es un castrato, de conseguir la voz de un castrato se
encargó el IRCAM de París que se fundió mediante técnicas de ordenador la voz
de un sopranista Derek Lee Ragin. En
muchas ocasiones se confunden los términos contratenor y sopranista. El
contratenor puede alcanzar el registro de una mezzosoprano y el sopranista
puede alcanzar registros más agudos pudiendo sustituir a la soprano. Cantan en
falsete, cosa que solo pueden hacer las voces masculinas, a diferencia de los
sonidos agudos de las voces femeninas que no son falsete, se llaman “notas de
registro de cabeza”, que fisiológicamente no tiene nada que ver con el falsete;
aunque suenen parecido. En relación con el tema que nos atañe, es un error
actual frecuente el pretender remplazar el papel que ocuparon los castrati en
una etapa anterior, dicho de otro modo el castrato podía sustituir al
sopranista, pero no al revés por cuestiones técnicas. Fisiológicamente la
diferencia fundamental estribaba que en el castrato la laringe “no crecía”, se mantenía infantil, con
lo que el orificio glótico permanecía pequeño pero los pulmones si se hacían
adultos al igual que todas las estructuras capaces de actuar como resonadores,
lo que daría una extensión tonal prodigiosa, además de una espiración que se
podía prolongar fácilmente más allá de un minuto. En el falsetista o sopranista
estas condiciones no se dan, por lo que el sonido sería más artificial.
Otra voz con la que se funde es con la de la soprano Ewa
Mallas-Coodleswa. El sopranista canta las partes graves y ella las agudas, ya
que los castrati tenían un registro bastante amplio: tres octavas y media,
registro que ya no existe.
Otra de las dificultades que surgió a la hora de
resucitar la voz de un castrato, es que no había voz real que sirviera de
referencia de la cual partir, sólo algunas grabaciones de 1902 de Alessandro
Moreschi: el último castrato.
Alessandro
Moreschi
Por orden las arias que aparecen en la película son las
siguientes:
1.- Ombra Fedele
Anch´io (R. Broschi)
2.- Idaspe (R. Broschi)
3.- Qual guerriero in
campo armato (R. Broschi)
4.- Son qual nave
agitata (R. Broschi)
5.- Generoso Risueglati
(Johann Adolph Hasse)
6.- Se al labro Mio non
Credi (R. Broschi)
7.- Rinaldo, Overtura
(G. F. Haendel)
8.- Cara Sposa (G: F.
Haendel)
9.- Laschia Ch´io
Pianga (G. F. Haendel) muy acorde con el tema de la castración de Farinelli, la
traducción sería:
Lascia
ch'io pianga mia cruda sorte,
E
che sospiri la libertà!
E
che sospiri, e che sospiri la libertà!
Lascia
ch'io pianga mia cruda sorte,
E
che sospiri la libertà!
Il
duolo infranga queste ritorte
De'
miei martiri, sol per pietà
Lascia
ch'io pianga mia cruda sorte,
E
che sospiri la libertà!
E
che sospiri, e che sospiri la libertà!
Lascia
ch'io pianga mia cruda sorte,
E
che sospiri la libertà!
Deja
que llore
Mi
cruel suerte
Y
que suspire
Por
la libertad
Por
la libertad
Y
que suspire
Y
que suspire
Por
la libertad
El
dolor infringe
Este
sesgo
De
mi martirio
Sólo
por piedad
De
mi martirio
Sólo
por piedad
10.- Alto Giove (N.
Pórpora)
3.-
La razón de ser de los castrati
El término castrato es de origen italiano y significa
castrado, denominación que se utiliza para referirse al cantante sometido de
niño a una castración para conservar su voz aguda. El término tradicional (hoy
en desuso) referido a estos cantantes era “capón”. Actualmente se emplea la
palabra italiana.
La castración de los niños destinados al canto se
realizaba entre los 7 y 12 años de edad, es decir; antes de que la función
glandular de los testículos diera lugar al cambio de voz. Se trataba siempre de
niños de condición social muy humilde, familia numerosa y aparentes aptitudes
para lo que habían sido seleccionados. La posibilidad de una importante carrera
cantando en ceremonias religiosas, teatros, cortes; podía significar un
considerable ingreso de dinero no sólo para el artista sino también para su
familia y los intermediarios en sus jugosas contrataciones. Sin embargo, el
precio que pagaban los elegidos por someterse a tal intervención no era
simplemente no poder procrear en un futuro, sino la propia vida; ya que las
precarias condiciones de asepsia de entonces elevaban los porcentajes de
mortalidad.
Muchos castrati lograban mucha fama y dinero, pero
quienes no lograban la excelencia artística solían terminar formando parte de
alguno de los coros de ópera.
Cabe destacar que la castración producía ciertos cambios
morfológicos muy variables: ausencia de vello, tendencia a la obesidad, rasgos
feminoides, etc… y no pocos psíquicos, la mayoría de los cantantes castrados
podían mantener relaciones sexuales prácticamente normales y en muchos casos
eran objeto de adoración de las mujeres. El comportamiento psicológico de los
cantantes era muy diferente según el caso. Muchos de ellos se sentían felices
con su condición gracias a los logros artísticos, otros en cambio la vivían
como una frustración y guardaban cierto rencor a la sociedad por haberlo
permitido; aprovechando sus privilegios y poderosas relaciones para mostrarse
caprichosos, intolerantes y autoritarias como forma de desquite.
En cuanto a la castración hay que advertir que el niño
era llevado semi-inconsciente emborrachado con ron, o tomando brebajes con
contenido de opio o simplemente sufriendo cierta compresión de las carótidas
hasta provocarle un desmayo.
Grabado del s. XVIII.
En la parte superior se puede observar el instrumental quirúrgico que usaban
para hacer la operación (por lo general la hacía el barbero o cirujano), y en
la parte inferior se muestra al niño recostado en una especia de camilla con la
cabeza hacia abajo, mientras la persona que iba a hacer la operación aprieta a
la altura de la yugular.
Había varias formas de castración:
·
La menos mutilante consistía en cortar
los cordones espermáticos (que forman parte de los conductos deferentes y los
vasos sanguíneos). Después de eso los testículos se atrofiaban.
·
Otra consistía en bañar al niño en agua
caliente para que los testículos estuvieran más “tratables”. Un rato después,
presionaban la vena yugular lo que hacía que los pacientes se volvieran tan
insesibles que entraban en una especie de apoplejía y la operación se realizaba
con escaso o ningún dolor.
·
A veces se le administraba “una cierta
cantidad de opio” al niño, y se le extraían los testículos. La mayoría de estos
moría seguramente por la cantidad indeterminada de opio, por hemorragia o por
sepsis (Esta sería la que se le practicó a Farinelli).
4.-
Los castrati en la historia
Pese a que sabemos que la castración ha existido desde la
antigüedad, es sin embargo, en el s. XVI cuando los castrados hacen su
aparición cantando en las iglesias tras la prohibición del Papa pablo IV de que
las mujeres cantaran en S. Pedro. Dicha prohibición se basaba en una curiosa
interpretación de palabras de S. Pedro: “Las
mujeres deben mantener silencio en la iglesia”. Así niños y adultos
castrados reemplazaban a las voces femeninas.
Tiempo después, la medida se extendió también a teatros
de los estados pontificios donde se consideró inadmisible la presencia de
mujeres en los escenarios.
Los castrati desaparecieron a finales del s. XVIII,
numerosos intelectuales europeos se pronunciaron abiertamente contra la
castración, Voltaire y Rosseau entre ellos. Pero fue el Imperio Napoleónico el
que puso fin a tales prácticas. Por su parte la iglesia modificó su actitud,
permitiendo a partir de 1798 que las mujeres actuaran en los escenarios
teatrales, además el Papa Benedicto XIV declaró ilegal la amputación de
cualquier parte del cuerpo, salvo en el caso de absoluta necesidad médica. Los
castrati siguieron cantando en el Vaticano y otras iglesias, hasta que un
decreto del Papa León XIII en 1902 prohibió definitivamente su presentación en
ceremonias religiosas. Sin embargo, se hicieron algunas excepciones como el
caso mencionado anteriormente de Alessandro Moreschi, “el último castrato”,
quien se retiraría en 1913.
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